Refuerzo Positivo

En el campo de la Psicología hay un término muy conocido llamado Condicionamiento Operante, término creado por el archiconocido B.F. Skinner.


Si oyes hablar del Condicionamiento Instrumental, es lo mismo solo que este segundo término lo acuñó Thorndike. De hecho, el término Condicionamiento Operante de Skinner deriva del del Sr. Thorndike.


El Condicionamiento Operante es un tipo de aprendizaje que defiende que las probabilidades que una determinada conducta tenga lugar dependerá básicamente de las consecuencias que ésta tenga para el individuo. Una conducta disminuye o se intensifica en función de las consecuencias que tenga.


Así pues, si la persona considera que las consecuencias que siguen a una conducta determinada son positivas para ella, habrá una mayor probabilidad de que dicha conducta vuelva a tener en un futuro.

Si por el contrario, el individuo cree que las consecuencias a dicha conducta son negativas para él, la probabilidad de que vuelva a realizar la conducta disminuirá.


Por ejemplo:

- Si Jordi, de 10 años, que tiene la etiqueta en clase de el travieso y despistado, después de muchos esfuerzos por su parte saca un 10 en el examen de Lengua y cuando se lo dice a sus padres éstos muestran indiferencia total, es probable que Jordi, que esperaba con ilusión un reconocimiento, no vuelva a esforzarse en un futuro ya que asociará su esfuerzo y estudio con indiferencia y falta de reconocimiento.

-Si lloro mucho porque quiero un caramelo y me lo dan, es más probable que aumente mi conducta de llorar ya que asociaré que con un llanto obtengo lo que quiero.

-Recojo mi habitación que está siempre muy desordenada y a mis padres no les gusta que la tenga así. Si la recojo y no recibo ningún tipo de reconocimiento, seguramente en el futuro será menos probable que lo vuelva a hacer porque “no me sirve para nada”. En cambio, si la recojo y mis padres me felicitan y me lo agradecen, seguramente repetiré esta conducta porque me gustan las consecuencias que tiene.

-Tiro del pelo a mi madre (porque no conozco otra forma de comunicarme). Si mi madre me da lo que quiero después de haberle tirado del pelo, asociaré la conducta a una forma válida de comunicación. Si mi madre no me hace caso en ese momento, aprenderé que tirando del pelo no obtengo lo que quiero.

 


Dicho esto podemos clasificar las consecuencias en:

-DOY algo que SI le gusta = aumenta*

-QUITO algo que NO le gusta = aumenta*

-DOY algo que NO le gusta = disminuye*

-QUITO algo que SI le gusta = disminuye*

(*aumenta o disminuye la probabilidad de que se repita la conducta)


Llamamos REFUERZO POSITIVO a DAR algo que SI le gusta. Los refuerzos positivos acostumbran a ser, en nuestro caso, actividades, elementos u objetos que le atraigan, juegos, abrazos, saltar, volar, música, canciones, masajes o elogios por ejemplo. De esta manera conseguiremos que el/a niño/a asocie una determinada respuesta a una consecuencia positiva para él/ella y la probabilidad de que se repita aumentará.


Observamos, además, el Principio de Premack, según el cual si a continuación de realizar una actividad que no me gusta o me disgusta (hacer los deberes de matemáticas por ejemplo) puedo tener una actividad que sí que me gusta (por ejemplo ver la televisión), incrementará la probabilidad de que haga aquello que no me gusta.