Preguntas más frecuentes

A continuación os ofrecemos un listado con las preguntas más frecuentes con las que nos encontramos. Si tenéis alguna duda que no quede resuelta en esta página, ¡no dudéis en llamarnos!

1. ¿Cuántas horas son las ideales?

2. ¿Qué escuela es la ideal?

3. ¿Es compatible hacer la intervención con ir al colegio?

4. No soy de la zona de Barcelona, ¿cómo puedo trabajar con vosotros?

5. ¿Cuánto tengo que esperar desde que contacto con vosotros hasta que empezamos la intervención?

6. ¿Por qué es importante hacer una evaluación inicial?

7. ¿Puedo contar con la supervisora fuera de lo que son las sesiones clínicas?

8. ¿Por qué una intervención en un entorno natural y no en un despacho? 

1. ¿Cuántas horas son las ideales?

En intervención conductual se habla de cuántas más horas mejor (horario intensivo), e incluso que lo mejor serían 24 horas al día 7 días a la semana. Nosotros apostamos por esta premisa pero teniendo siempre presente que en ella no se especifica quién debe llevar a cabo estas horas. Por ello en nuestras sesiones los terapeutas trabajaran los objetivos específicos pautados para el niño o la niña ero también dedicarán momentos para la formación de los padres, madres, abuelos/as, cuidadores/as, profesores/as, etc. El objetivo de estas formaciones es cumplir con la premisa inicial y es que si todo el entorno del niño o niña está formado i es consistente ante éste, el niño o niña siempre tendrá oportunidades de aprender.

Nuestro consejo es realizar de 8 a 10 horas semanales con terapeuta, lo que no implica que no podamos adaptarnos a las diferentes situaciones familiares y podamos realizar intervenciones de menor cantidad de horas (mínimo 4 horas semanales) dando siempre mucha importancia (especialmente en estas situaciones) a la formación de los cuidadores principales del niño o niña.

 

2. ¿Qué escuela es la ideal?

TEAyudo Red de Profesionales apuesta por la inclusión de nuestros niños y niñas por tanto, de entrada, recomendamos la escolarización ordinaria con el apoyo adecuado y necesario para que el niño o niña se sienta acompañado y pueda sacarle provecho.

Creemos que en la escuela ordinaria el niño o niña tiene buenos modelos a imitar (otros niños/as) y oportunidades para participar de situaciones sociales adecuadas a su edad lo que a su vez es enriquecedor para el resto de compañeros/as del aula.

Nuestro equipo da apoyo a diversos niños en el aula ordinaria y el objetivo es dotar al niño o niña de las herramientas necesarias para poderse mover y comunicar dentro de este ámbito de una manera adecuada y ajustada a sus necesidades. Así formamos al profesorado y personal directo del niño o niña (monitores de comedor, ayudantes en el aula, etc) así como al profesorado que esté interesado, de manera que puedan crear nuevas situaciones de aprendizaje para el niño o niña que tienen en el aula.

 

Varias de las familias con las que trabajamos forman parte del proyecto piloto que ha firmado la Asociación APRENEM con el Departamento de Educación de Cataluña para la inclusión de niños y niñas diagnosticados de TEA en la escuela ordinaria.

 

Ello no quiere decir que, debido a las características de alguno de nuestros niños o niñas, no se apueste por una Escuela de Educación Especial.

 

3. ¿Es compatible hacer la intervención con ir al colegio?

¡Sí! Y siempre que sea posible es positivo trasladar parte de la intervención a la escuela, ya sea por que el niño dispone del apoyo directo de uno de nuestros terapeutas en el aula o bien por que la escuela y el supervisor del niño mantienen reuniones periódicas donde se coordinen para trabajar en la misma dirección.

Uno de nuestros objetivos es dar las herramientas necesarias para que el niño o niña sea lo más autónomo posible. Por tanto, cuantos más ámbitos podamos abarcar  ¡más oportunidades de aprendizaje tendrá y más posibilidades de ponerlos en práctica habrá!

 

4. No soy de la zona de Barcelona, ¿Cómo puedo trabajar con vosotros?

Ofrecemos el servicio de supervisión solamente y es la propia familia la que busca a los terapeutas o se forman ellos mismos para ser los que lleven a cabo la intervención.

El servicio de supervisiones incluye la formación de los terapeutas que la familia busca y la de los padres.

 

5. ¿Cuánto tengo que esperar desde que contacto con vosotros hasta que empieza la intervención?

El proceso para iniciar la intervención, tal como se explica más extensamente en el apartado “¿Qué tengo que hacer para empezar con vosotros?” inicia con una valoración que se realiza por las mañanas en el domicilio familiar en un plazo de entre 15 días y un mes. Una vez hecha la valoración, en el plazo de una semana, se envía la propuesta de intervención y una vez aceptada por parte de la familia, concretados el total de horas de intervención a realizar y los horarios preferentes para la familia, se crea el equipo. El objetivo es iniciar la intervención durante los 15 días posteriores (máximo un mes) a la aceptación por parte de la familia de la propuesta de objetivos y horarios.

 

6. ¿Por qué es importante hacer una evaluación inicial?

Esta valoración permite hacernos una imagen de la situación actual del niño o niña, tanto por lo que a sus déficits se refiere como a sus habilidades, lo que nos permitirá ajustar los objetivos que se presentaran a la familia.

 

Tiene una duración aproximada de dos horas y se estructura en tres partes:

-Aproximadamente los tres primeros cuartos de hora se habla con la familia: pasos que han seguido, si hay o no un diagnóstico, si han trabajado previamente con otras intervenciones y de qué tipo, conocer las habilidades del niño o niña en cada una de las áreas del aprendizaje así como saber cuáles son los puntos que más les preocupan.

 

-Una vez acaba este primer contacto, nos ponemos a trabajar durante otros 45 minutos con el niño o niña, valoramos a través de diferentes juegos o actividades y aplicando el método conductual (refuerzo positivo) un poco de las áreas principales del aprendizaje que nos permitirán concretar los objetivos más específicos a trabajar. Este rato nos permite ver cono se relaciona el niño con el adulto, su nivel de aceptación de las diferentes propuestas, ver qué hace cuando no sabe resolver una cuestión y así ajustar más el perfil del niño o niña para el posterior perfil del equipo asignado.

 

-Finalmente nos volvemos a reunir con los padres y explicamos qué hemos valorado y el funcionamiento en cuanto a horarios y organización del equipo en general. También orientamos en caso de necesitarlo a otros servicios que puedan ser de interés para la familia i/o el niño como por ejemplo la obtención de un diagnóstico definitivo o asociaciones de padres y madres. En este punto también pedimos poder tener acceso a informes de otros profesionales y de la escuela, ya que esta información ayudará mucho a poder ajustar los objetivos de la intervención.

 

7. ¿Puedo contactar con el supervisor fuera de las Sesiones Clínicas?

Se puede contactar con el supervisor siempre que sea necesario tanto vía correo electrónico como por teléfono.

Sin embargo, es en las Sesiones Clínicas el momento en que se reúne todo el equipo educativo y la familia y es donde se revisa el trabajo hecho en las últimas sesiones y se proponen los objetivos a trabajar hasta la siguiente sesión clínica. Entre sesiones clínicas el supervisor está en contacto con el equipo y va haciendo seguimiento de cómo están funcionando los procedimientos pautados o cómo avanzan los objetivos. También está en contacto con la familia en caso de ser necesario para asesorar o dar apoyo en aquello que ésta considere oportuno (por ejemplo: reunión con el colegio, EAP, procedimientos de conducta, etc.)

 

8. ¿Por qué una intervención en un entorno natural y no en un despacho?

Una de las mayores dificultades de los niños con TEA es la generalización de aprendizajes, es decir, saber utilizar aquello que se aprende en un espacio concreto, con una persona concreta y un material concreto a otras situaciones, personas o materiales diferentes. Por tanto, si podemos ahorrarnos un paso en este aprendizaje facilitaremos su uso funcional.

Por ejemplo, si tenemos que enseñar a un niño a poner a mesa, será mas funcinal que se lo enseñemos allí donde tendrá que hacerlo habitualmente en vez de esnesñarlo en una situación artificial creada en un despacho y que posteriormente sean los padres los que tengan que aplicar todo el proceso de aprendizaje a la situación real de su casa.

 

Trabajar en situación natural permite al niño o niña ver la funcionalidad real de sus aprendizajes a la vez que permite trabajar las habilidades de manera individualizada y adaptada a la vida cotidiana de cada niño, pues no todos tenemos las mismas rutinas o costumbres.